domingo, 1 de junio de 2014

¡Ciber citas!

Queridas valentinas, hoy os vengo a hablar de algo que muchas negaréis pero que todas las mujeres que no vivimos en un castillo de cristal, rodeadas de lujos y un pivonazo con función de novio, hemos hecho alguna que otra vez a lo largo de nuestra vida amorosofestiva. Si, si, hablo de intentar buscar nuestra media naranja en esas páginas web que te prometen el oro y el moro sexual, Porque raro es que vayamos por la calle y encontremos nuestro príncipe azul o nos sentemos en una cafetería/biblioteca/parque y crucemos la mirada con un machote, se pare el mundo y nos rodeemos de corazoncitos rosas. Por lo tanto, en un momento de bajón porque todas tus amigas están felizmente emparejadas o tu novio de toda la vida acaba de dejarte mas tirada que una colilla... ¡Allá vamos! A buscar al hombre de nuestros sueños para ser de una puñetera vez felices y comer perdices.
Tu piensas que esto es un método científico, que si por la vía tradicional te comes los mocos de esta forma, no puedes fallar.
Te creas un perfil, mientes sobre tus gustos y te pones una foto de hace tropecientos mil años donde sales monísima de la muerte y con diez quilazos menos en el body, y aún así piensas que el resto de personas van a ser sinceras...Empiezas a mirar perfiles y fotos y a descartar. Uno muy calvo, otro muy gordo, otro con una cara indescriptible y de repente ¡Zasca! Aparece uno que es perfecto, es guapo, le gusta leer, viajar e ir al teatro y para ponerle la guinda al pastel en el apartadito de  "profesión " sale escrito con letras mayúsculas y con purpurina para tus ojos que es MÉDICO. ¡BIN-BIN-BIN-BINGO! Como una  loca escribes y reescribes un mensaje que le pueda resultar atractivo y tras varios días de conversaciones interminables hasta las tantas de la mañana te decides a quedar con él, resulta que encajáis en absolutamente todo y además de ser guapo y gracioso esta forrado. Por fin vas a poder darte la buena vida que siempre has imaginado.
Dice que va a sorprenderte, que va a preparar una cita que nunca podrás olvidar y claro, tú ya  te pones histérica y empiezas a sacar todo lo que tienes en el armario. Te habías imaginado con unos vaqueritos pitillo, taconazos y un escote brutal pero te das cuenta que entre tu ropa no hay nada de eso, porque siempre vas a lo práctico y nunca piensas en este tipo de cosas ,o tu ropa es muy de fiesta o muy de estar por casa. Consigues rescatar un vestidito ibicenco y unas sandalias con cuña bastante apañadas pero joder, ahora el tiempo te va a venir justísimo porque tienes que podar esa jungla que has dejado crecer de cintura para abajo.
Te pones a tope con las bandas de cera, la ducha exfoliante, limpieza facial y esas cosas que siempre prometes hacer una vez por semana y terminas haciéndolo única y exclusivamente cuando sabes que hay posibilidades de magreo. Pasas por chapa y pintura y por último te metes en el vestido que parece haber encogido dos tallas y te queda más cortito de lo que recordabas pero ya no hay tiempo de buscar nada más.
Bajas al portal con los nervios a flor de piel y sisisi...por ahí viene un pedazo de deportivo que te deja patidifusa, aparca delante de ti y los faros te ciegan y cuando te das cuenta estás dándole dos besos a tu futuro maridito. ¡Pero espera! Este tío en las fotos pesaba bastante menos y tenía mucho más pelo, entonces te das cuenta que no eres la única que ha mentido...bueno, ese cochazo y la ropa de diseño podrán suplir cualquier carencia que tenga.
Total valentinas, que la supuesta súper cita acaba siendo unos burritos metida en el coche mientras vemos en el autocine "Fast & Furious" y yo solo pienso en pegarme un tiro y acabar con este sufrimiento. Para colmo cuando te lleva a casa te da un besito en la mejilla y te dice que ya te llamará, ¡No te jode! si aún aspirará a tener una top model en su cama.
Pero lo peor son los chicos ratas y agarrados, porque este aún, aún era generoso y me invitó a todo, pero recuerdo una de estas ciber citas fallidas que tuvo Nati antes de descubrir que lo suyo no eran los gambones si no las almejitas. El muchacho era un penurias muy grande, quería pagarlo todo a medias (que  daño ha hecho el feminismo en las citas) y le pidió a Natashita que le acompañase a comprar pienso para su gato, ¿Puede haber algo mas anti erótico? ¡Pues si! El chaval tenía un espacio entre pala y pala de dos dedos, ni más, ni menos, además de ir vestido como un auténtico niño de mami, camisita, náuticos y el pelo lamido por una vaca hacia atrás. Obviamente Nati nunca más quiso saber nada de él.
Nuestra querida mami, la que actualmente es una "responsable" mujercita de su casa también tuvo sus coqueteos con el ciber-ligoteo. Lo suyo parecía que iba a llegar a buen puerto hasta que descubrió que lo que su churri tenía entre las piernas no era un pene si no un gusanito pequeño y delgadito, y claro, los kilos de más o la alopecia se pueden pasar por alto, pero un micro pene es un obstáculo insalvable en una relación.
La única pareja que conozco que ha salido  de una de estas páginas-milagro han sido "Los Jolie". Ellos se conocieron así, precisamente con una típica ciber cita... Con la diferencia de que en vez de hablar de sus vidas privadas, hablaron del desembarco de Normandia, y entonces supieron que estaban hechos el uno para el otro, si, ya os contaré la relación tan rarita que mantienen.
Elenota también conoció a su ex novio por internet y bueno, no están juntos, con eso lo digo todo ¿no?

No me enrollo más porque este tema da para mucho y total, ninguna vais a reconocer que habéis tenido una ciber cita, ¿no?

Espero que nos juntemos otra vez el domingo que viene valentinas, ¡Os quiero!


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