Buenas valentinas:
Lo prometido es deuda, y
por eso un domingo más estoy aquí con mis valentiamig@s para seguir
descubriendoos que no todas las mujeres del mundo son divinas divas rodeadas de
perfume Coco Mademoiselle.
Hoy vengo con las
inapetencias, y no, no me refiero a la falta de apetito (ojalá yo tuviese ese
tipo de inapetencias para bajar como unas mil tallas de pantalón) me refiero a
las inapetencias sexuales.
Resulta que esta semana
me he ido cual parásito social a casa de Andrea aprovechando que su maridito se
iba fuera unos días, y en una de estas típicas noches de charla hasta las
tantas, plagadas de marujeos de lo más morbosos, me ha confesado unas cuantas
cositas que pasan después de tener un niño.
Por lo visto su machoman,
es un hombretón de los pies a la cabeza, y con esto quiero decir, que si por él
fuese, Andrea nunca estaría en posición vertical, o al menos no por mucho rato.
El pobrecito no ha tenido queja hasta que apareció otro hombrecito en casa que se
dedica a chuparle toda la energía a la hembra del redil y claro, por las noches
no hay dios que la haga entrar en calor. Ha intentado de todo, agarrones por
sorpresa en la cocina, arrumacos en el sofá o en la cama, ha comprado viágra
femenina y vitaminas de todo tipo para ver si el problema era que la chiquilla
estaba baja de defensas, pero nada, no consigue subir la media mensual, que no
diré por no dejar en evidencia a nuestra queridísima Andrea.
La última estrategia de
este pobre hombre insatisfecho fue enviarle whatsapp subiditos, muy subiditos
de tono a Andrea mientras estaban en una boda. ¡Vaya telita con los mensajitos!
Parecen sacados de una película porno...y parecía que la cosa iba a funcionar,
pero claro, en vez de llevarla al baño del restaurante y empotrarla como dios
manda cuando la cosa estaba surgiendo efecto, nooooo, el decidió esperar a
estar en el hotel. Error mi querido Andreo, las cosas son aquí te pillo, aquí
te mato, o te comerás los mocos eternamente. Pues lo dicho, llegaron al hotel y
Andrea se puso a roncar cual ceporro recién comido.
Y no es por falta de
amor, porque yo se que ella le quiere mucho...pero dice que está agotada por el
niño, y claro que en lo que menos piensa es en el riquitraun que necesita su
marido.
En un tupper-sex que me
montaron para mi despedida de soltera, Andrea compró una cosita para su
chulazo, pero no, no era un juguetito para pasárselo bien entre los dos, era un
cacharro para que él solo pudiese satisfacerse y no le diese por saco noche si
y noche también.
Pero no os creáis que
nuestra mami ha sido así de soseta siempre, no. En los inicios de la relación
con Andreo, ella iba cual loba en celo detrás de él y nada, a pesar de que se
suponía que se habían establecido como una pareja seria y formal, el señorito
pasaba bastante de la parte sexual, y claro, eso sí que no es normal.
Puede que Andrea
subconscientemente ahora le este castigando por esos meses de rechazo, ¿Quién
sabe? Seguro que nuestro adorado Freud tendría una teoría súper cachonda al
respecto.
Recuerdo que un ex-exnovio
que tuve, se pasó todo un verano metido en mi casa pero sin ganas de marcha, y
claro, yo me volvía loca buscando la estrategia para incitarlo a hacerme un
traje de saliva. Cuando hablo de estrategias, hablo de dos tipos.
Os voy a describir
algunas que tanto yo como Elena hemos utilizado con nuestros ex, y no, no diré
quien hizo cual, porque nos haría sentir bastante ridículas.
VALENTINSTRATEGIAS
INCITADORAS:
-Tipo A (lights):
- Dejar la puerta del baño abierta mientras te duchas.
- Pedirle a tu churri que te suba la cremallera del vestido, que te
abroche el sujetador o que te eche crema por la espalda.
- Pasearte en ropa interior por la casa.
- Comerte un calipo de fresa mientras le miras a los ojos con cara de
loba.
-Tipo B(a saco Paco):
- Echarte aceite corporal por todo el cuerpo, obviamente en pelotas,
con la puerta abierta del baño.
- Esperarle en la bañera llena de espuma, con velas y un vinito.
- Pasearte por la casa cual pornochacha, desnuda y con un
minidelantal que te tapa los dos michelines de la tripa.
- Tirarte encima de él mientras duerme/juega a la Play/ve una
película, y no, no es para hacerle un placaje al más puro estilo futbol
americano, es para que te coma todo el puturru de fuá.
Porque cuando una mujer
no tiene ganas, nadie se plantea el por qué del asunto, simplemente no le
apetece, son cosas que pasan...Pero si por el contrario es el chico el que te
dice eso de, "Cari hoy no, estoy cansado/me duele la cabeza"
¿whaaaaaat? Empiezan a sonar todas las alarmas en tu cabeza y todo tipo de
historias enrevesadas aparecen por tu imaginación, vamos, que para resumir, lo
único que piensas es que se está tirando a otra. Y desde ese preciso momento
empiezas a agobiarte con el peso, la ropa, el maquillaje y empiezas con las
valestrategias para ver si te da candela y se olvida de sus coqueteos
extraconyugales.
En fin Valentinas, creo
que o bien las mujeres tenemos que empezar a cambiar el chip y aceptar el hecho
de que ellos también pueden estar cansados (jajajaja ni de coña, vamos) o nos
esperan muchas noches de insomnio pensando en la guarruza que se está truscando
a nuestro hombretón.
Por hoy nada más que
aportar a vuestras vidas. Espero que os pongáis en contacto conmigo a través
de:
Facebook: valentina en
tacones
Twitter: @valentacones
Un abrazo enorme para
tod@s, no me falléis el domingo que viene ¡Os adoro!
P.d. Andrea ponte las
pilas, que siempre hay zorruscas en busca de hombres mal atendidos y carentes
de achuchones. Ahí lo dejo.
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