martes, 3 de junio de 2014

¡ Especial Cárol!

Buenas mis queridas Valentinas:

Os preguntaréis que hago tal día como hoy por aquí, pues resulta que hoy he quedado para comer con Cárol, y me he dado cuenta de el gran personaje que tengo en mi vida y no lo exploto lo que debiera.

Así que... ¡Bienvenidas al especial de Cárol!



Cárol es una tía buena de 25 añitos, secretaria en una empresa farmacéutica. Cuando digo que es una tía buena, no es porque sea mi amiga y la quiera a rabiar, es porque objetivamente es una de esas zorruscas que dan asco, no hace deporte, come como si no existiese un mañana y añade a todo lo que puede su adorado y calórico "dulce de leche". Es alta, de piernas largas y ni un mísero michelín en todo su estilizado cuerpo. Le gusta la moda y dejar huella cuando va caminando por la calle, en fin, una de esas mujeres que nos pasamos la vida criticando porque tiene todo lo que nosotras no conseguimos a pesar de estar haciendo cinco dietas a la vez.
No toma bebida con gas, pero no, no es una de esas guapas pedantes, es natural y bastante bastuza cuando se pone a hablar de sexo.
Cuando te paras a conocerla te da un poquito menos de asco, porque te das cuenta de que siendo una mujer espectacular, es una pobre desgraciada en el amor como tú y como yo.
¡No se por donde empezar! Hay tanto que contar...Bueno, empecemos por el principio:
Cárol tardó en estrenarse en esto de las técnicas amatorias, siempre fue algo chapada a la antigua, con deciros que decía que el tanga era para guarras...ahora no lleva tanga, lleva hilo dental a modo ropa interior y de colores chillones, a gusto de su policeman particular.
Lo dicho, tardó en descubrir el gustirrinín del sexo pero cuando lo hizo, obviamente fue con su primer y eterno novio. El susodicho era el típico perfil de joven pueblerino, y con esto quiero decir que su único interés eran las fiestas de los pueblos, el gimnasio, los porros y poquito más.
De la noche a la mañana este monigote se vio con un pivonazo en las manos, una chica que le pegaba mil vueltas tanto físicamente como intelectualmente pero... ¡ais el amor adolescente!
Pasaron los años y el chavalín se acomodó y dejó de cuidar a nuestra preciosa Cárol, empezaron las mentiras por dejarla en casa y seguir él de fiesta con sus colegas machomen, las mentiras sobre la noche anterior o las próximas vacaciones. Lo más triste de todo es que él no se daba cuenta de que se pilla antes a un mentiroso que a un ciclao de gimnasio y que Cárol tragó más por él que por ninguno, lo dicho antes, el amor si adolescente, dos veces ciego.
Hasta que por fin, y dando gracias a Dios, ella se cansó y lo dejó...En ese preciso momento empezó el acoso por parte de él y nosotras pasamos a denominarlo como "El acosador 1".
Llamadas y whatsapps, mensajes a todas horas y desde diferentes números suplicando cual perrito faldero que no le dejase blablablá, todas nos sabemos esa historia ¿no?
Le dejaba mensajes escritos en la roña de los cristales del coche de Cárol, (porque la niña no destaca precisamente por llevar el coche muy reluciente que digamos) y un gran etcétera. Hasta que un día recibió un ramo de rosas enorme y precioso, con una carta metida entre las flores, el paletazo le había enviado un whatsapp previo avisándole de lo mucho que le había costado escribir esa carta y lo difícil que le había resultado abrirse y mostrar sus sentimientos. ¿Y sabéis que? Cárol escribió la primera frase de la carta en google y ¡Tachán! una carta calcada y copiada de una página web llamada "cartas de amor"... ¿Patético verdad?
Vale, seguimos.
Un buen día Carol se quedó con el ordenador de casa más colgado que la ostia y decidió llevar la torre a una tienda de informática para que lo solucionasen, además le urgía bastante por temas del trabajo. Cuál fue su sorpresa al entrar en la tienda y ver a un machote. Cuando entras en una tienda de informática esperas al típico freak de gafitas y una alopecia notable, pues no, ahí estaba el informático más guapo de la historia (sin contar a mi churri, claro) y ella toda sudada por haber tenido que cargar con la torre desde casa.
Parece que el encuentro dio sus frutos porque se intercambiaron los números de teléfono con la excusa de avisarle cuando estuviese todo listo, pero todas sabíamos de que iba el asunto, ese informatiquillo quería meterle todo su pen y hacer un intercambio de datos. Total, que al cabo de unos días, fue a recoger su torre más arreglada que la otra vez, por su puesto. El informático le hizo pasar para que viese los datos que había tenido que extraer de la torre para poder arreglarla, y conforme Cárol iba pasando fotos con el ratón, su expresión era más ojiplática y más roja se iba poniendo... ¡Eran todo fotos porno de su guapo y fornido hermano! Quiero decir, que su hermano las había descargado, no que fuesen fotos porno de su hermano propiamente dicho, todavía no tengo tanta suerte.
Pues por lo visto, al informático le gustó la idea de que Carol fuese una guarrilla que le daba al porno y entonces pasó a convertirse en "el acosador 2"
Hoy por hoy está felizmente emparejada con su policeman, un chico que también está de muy buen ver, pero que al resto nos tiene algo mosqueadas porque cada fin de semana, rapta a nuestra chica en un pueblo de Cuenca. La ha convertido en una gran ama de casa, gran cocinera de cupcakes y una maruja teje calceta delante de la televisión mientras ve "mujeres y hombres y polladas máximas"
Para finalizar con este especial, os contaré que Cárol odia a su actual cuñada por haberle llamado en un par de ocasiones por el nombre de la ex del policeman, algo imperdonable según ella.
¡Ah! Y que en las primeras vacaciones que hizo con el poli, también fue la primera vez para otras cosas dentro de la pareja, y no, no hablo de sexo anal pero casi...Estaban en el puerto de una ciudad Balear, cuando un hombre se tropezó y cayó al agua con una nevera portátil llenita de cervezas, su amado policía, con ese instinto de orden y ley intentó ayudarle, pero el hombre no soltaba sus cervezas aunque le fuese la vida en ello. Cárol, sentada en el muelle no paraba de reírse por la imagen que tenía delante. Por fin, con el hombre a salvo, su chico totalmente empapado y mirándola con ojitos de enamorado, Cárol, la perfecta y mona Cárol, se tiró un pedo de los que hacen historia, uno de estos que retumbó contra el cemento del muelle e hizo efecto amplificador. Tan fuerte fue la súper flatulencia de mi querida amiga que se quedó blanca, no sé si por la vergüenza o por el esfuerzo de haber soltado semejante suspiro por el culete.

Ahora si que si, me he dejado un millón y medio de cosas sobre mi guapita Cárol, pero eso ya otro día, ¿vale?
Nos vemos el domingo que viene. Os dejo todas las formas de contacto para contarme vuestras opiniones y valentinadas:
Facebook: valentina en tacones
Twitter: @valentacones
Email: valentinaentacones@gmail.com


¡Un besuni enorme valentinas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario