Buenas Valentin@s:
Aquí me tenéis hoy, de
cuerpo presente, porque este domingo las valentiamigas nos vamos a Madrid a la
fiesta del orgullo y no se a que hora podré publicar y claro... Me siento con
la obligación moral de dejaros con algo que leer, o más bien, con el mono que
tengo de contar cosas.
Pues bueno, hoy he
decidido hablar sobre mi valentihermana, creo que es una persona importante y
clave en mi vida, así que no podía faltar por estos lares.
Julia es una treintañera
muy bien conservada, de hecho, está tan bien conservada que me toca mucho los
cojones porque a cada sitio que vamos juntas, nos preguntan si yo, yoooo soy la
hermana mayor y entonces yo entro en trance, empiezo a echar espumarajos verdes
por la boca y la cabeza empieza a darme vueltas mientras grito que tengo cinco
años menos que ella, y es que es una maldita lacra que voy a llevar de por
vida, será que mis células no se regeneran bien o que la cerdaca de Julia se
baña en leche de burra todos los domingos.
Cuando éramos pequeñas yo
estaba sometida bajo la dictadura y manipulación juliana, me puteaba como toda
hermana mayor que se aprecie. Me tapaba la nariz para obligarme a abrir la boca
y enchufarme medio bote de ketchup del tirón, me hacía creer, y por lo tanto
confesar ante mis padres, cosas que solo ella había hecho, me pintaba, me
cortaba el pelo, me contaba historias de miedo y me castigaba de la manera más
estrafalaria del mundo...echándome el aliento en la nariz, absurdo pero un método
infalible.
Cuando creció pasó por
diferentes fases, a pesar de que siempre ha sido, aunque ella lo niegue, una
seguidora aférrima de la moda, hasta el punto de ponerse cosas que
anteriormente juró y perjuró que jamás de los jamases se pondría, en fin. Tuvo
la época hippilonga, coincidiendo con un noviete que tuvo durante dos años y
pico en el pueblo de mi abuela, un melenas que no estaba nada mal pero eso, de
un pueblo donde hay más cabras que habitantes y las aspiraciones son ir de
fiesta en fiesta por la ruta de las verbenas casposas de los pueblos de
alrededor y eso es incompatible con el espíritu cosmopolita de Julia, pero
vamos, que llegó a hacerse rastas por toda la cabeza, eso sí, muy divinas y
bien colocaditas y conjuntadas con el resto de su imagen. Luego se fue de
Erasmus, así que ya sabéis, follisqueo a tutiplén. Se echó un noviete de
burgos, más soso y agriado que un brick de leche caducado, anda que manda
cojones, irte hasta Bélgica para terminar con un burgalés al que además le
brillaba la cornamenta más que al padre de Bambi. Por suerte esta historia creo
que no duró más de un año y poco... Y entonces en otra beca de estas que te
pagan tres semanas en un país extranjero para aprender inglés, que de inglés
poco, conoció al siguiente, un
gaditano...volvemos a lo mismo, irte a Malta para terminar con un gaditano creo
que solo le pasa a ella. Pues eso, mi hermana ha agotado todas las becas de
este país y más si eso implicaba viajar.
El gaditano era un
personaje en toda regla, podría escribir una entrada sobre él perfectamente,
solo diré que actualmente con 31 años, está haciendo sus primeros pinitos como
Dj y se hace llamar Dj Er niño, mátame camión cuanto patetiquismo en una sola
persona, pero bueno que el chaval en el fondo era majo hasta que Julia lo dejó
y esta vez le costó mucho, porque tenía una vida muy cómoda, viviendo en un
ático con su perro y su gata y viajando a sitios tales como Cancún. Pero no se
puede estar con una persona por la buena vida que te da si a la hora de la
matraca marital te da asquete.
Actualmente está casada
con un chico que conoció en uno de nuestros viajes de hermanas, que deberíais
hacer todos con vuestros hermanos valentin@s, un viajecito al año solo para
vostr@s. Nosotras fuimos a Londres y a Marrakech, este ultimo año como nuestro
nivel de vida ha bajado, pues nos hemos ido a un camping en Peñiscola, eso sí,
con Spa, un toque de glamour no puede faltar si lo organiza Julia, aunque la
moqueta del albergue de Londres dejase mucho que desear.
¿Y qué más decir? Así es
ella, conjuntada, maquillada y sin un pelo sobrante en las cejas, imaginaos que
hoy por hoy se muda a Inglaterra y su mayor preocupación es que el uniforme del
trabajo tiene unos zapatos tipo familia Adams... es mortal, de verdad. Ya os iré contando más
cositas de Julia, Juliana, la mejor hermana.
Nos vemos el domingo
Valentin@s, tarde pero publicaré, palabrita de Valentina.
¡Os adoro!
Facebook: valentina en
tacones
Twitter:@valentacones
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